sábado, 9 de mayo de 2015

SALVADOR JACINTO POLO DE MEDINA










Un ciprés que lo abrasó un rayo

Es verdad; yo te vi, ciprés frondoso,
estrechar de los vientos la campaña;
yo vi ser la soberbia que te engaña
aguja verde en Menfis oloroso.

Creíste que por grande y poderoso
no te alcanzase de un dolor la saña;
rodear sabe el mal; por senda extraña
vino el castigo en traje luminoso.

Rigor tu vanidad llama a esta furia.
Si no son los castigos impiedades,
no se quejen tus culpas tan a gritos.

Nunca lo que es razón ha sido injuria,
ni por más que atormenten sus verdades
han de saber quejarse los delitos.


Imagen: Maxfield Parrish,The Reservoir at Villa Falconieri, Frascati, 1903.



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