jueves, 28 de mayo de 2015

ROSAMUND GROSSMANN










El cuento de Edith, mujer de Lot

¿Estará allí mi casa todavía,
pensó por un momento y se detuvo.
La memoria le trajo el recuerdo de su casa
y un inventario rápido de todo.
Su vestido de novia, la alacena
del salón con los platos y las tazas de su madre,
las bicis de las niñas en el patio,
los huesos de su madre en el garaje
y el gato… ¿Por qué el gato viene ahora
a su frente si siempre andaba fuera?
Cazaba los ratones del vecino
y nunca los de casa, los ratones
que roían el pan y las manzanas,
su libro de cocina babilónica…
No cerró la nevera y las facturas
quedaron sin abrir sobre la mesa,
la ropa sin tender en el barreño,
sin echarle el maíz a las gallinas
 y se dejó los fogones encendidos…
Ahora cae azufre de lo alto.

Mis párpados de sal se cierran. Buenas
noches.


Traducción de Elisabeth Romero O’Connor.

Imagen: John Martin, The Destruction of Sodom and Gomorrah, 1852.



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