El
cuento de Edith, mujer de Lot
¿Estará allí mi casa
todavía,
pensó por un momento y se
detuvo.
La memoria le trajo el
recuerdo de su casa
y un inventario rápido de
todo.
Su vestido de novia, la
alacena
del salón con los platos y las
tazas de su madre,
las bicis de las niñas en el
patio,
los huesos de su madre en el
garaje
y el gato… ¿Por qué el gato
viene ahora
a su frente si siempre
andaba fuera?
Cazaba los ratones del
vecino
y nunca los de casa, los
ratones
que roían el pan y las
manzanas,
su libro de cocina
babilónica…
No cerró la nevera y las
facturas
quedaron sin abrir sobre la
mesa,
la ropa sin tender en el
barreño,
sin echarle el maíz a las
gallinas
y se dejó los fogones encendidos…
Ahora cae azufre de lo alto.
Mis párpados de sal se
cierran. Buenas
noches.
Traducción de Elisabeth
Romero O’Connor.
Imagen: John Martin, The Destruction of Sodom and Gomorrah, 1852.
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