A
un poeta rico, que parece imposible
La rueda de los orbes circunstantes
pare el veloz primero movimiento,
déjese penetrar el pensamiento;
iguálese la arena a los diamantes.
Tengan entendimiento los amantes
y falte a la pobreza entendimiento;
no tenga fuerza el oro, y por el viento
corran los africanos elefantes.
Blanco sea el cuervo y negros los jazmines,
rompan ciervos del mar los vidrios tersos,
y naden por la tierra los delfines;
no sufra la virtud casos adversos,
den los señores, hagan bien los ruines,
pues hay un hombre rico haciendo versos.
Imagen: Gabriël Metsu,Hombre
escribiendo una carta, 1662-1665.
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