viernes, 30 de diciembre de 2016

DULCE MARÍA LOYNAZ










Creación

Y primero era el agua:
un agua ronca,
sin respirar de peces, sin orillas
que la apretaran...
Era el agua primero,
sobre un mundo naciendo de la mano de Dios...
Era el agua...
Todavía
la tierra no asomaba entre las olas,
todavía la tierra
sólo era un fango blando y tembloroso...
No había flor de lunas ni racimos
de islas... En el vientre
del agua joven se gestaban continentes...
¡Amanecer del mundo, despertar
del mundo!
¡Qué apagar de fuegos últimos¡
¡Qué mar en llamas bajo el cielo negro¡
Era primero el agua.



Imagen: Ivan Aivazovsky, La creación del mundo, 1874.



martes, 27 de diciembre de 2016

VICENTE GAOS










Hay un reguero dulce y encendido
de sol sobre los álamos dorados.
Y, a lo lejos, los montes ya nevados
encalman el paisaje atardecido.

Si ahora tuviera el corazón dormido,
los ríos de la sangre no encrespados,
y ojos para mirar enamorados
los chopos donde aún tiembla el sol huido...

Si ahora como esa luna ser pudiera
que boga virginal, tan lentamente,
tan alma pura en el azul... Si fuera

un álamo, una luna, un dios luciente...
Más sólo soy un hombre en la ladera,
un hombre sólo, apasionadamente.



Imagen: Maynard Dixon, October Gold, 1931.




sábado, 24 de diciembre de 2016

EDUARDO MARQUINA










Canción de Navidad

La Virgen María
penaba y sufría.
Jesús no quería
dejarse acostar
– ¿No quieres?
– No quiero.

Cantaba un jilguero
sabía a romero
y a luna el cantar.
La Virgen María
probó si podía
del son que venía
la gracia copiar.

María cantaba,
Jesús la escuchaba
José que aserraba,
dejó de aserrar.

La Virgen María
cantaba y reía,
Jesús se dormía
de oírla cantar.

Tan bien se ha dormido
que el día ha venido,
inútil ha sido
gritarle y llamar.

Y, entrando ya el día,
como él aún dormía,
para despertarle
¡la Virgen María
tuvo que llorar!



Imagen: Luc Olivier Merson, Reposo durante la huida a Egipto, 1879.




jueves, 22 de diciembre de 2016

LI-YOUNG LEE










El atajo a casa

En la versión de mi hermana,
Dios no habrá de encontrarnos
en ningún bolsillo de su abrigo,
ni en los vacíos, ni en los llenos.
No estamos en sus manos, la amable o la terrible;
ni en sus zapatos, el enorme o el diminuto.
Tampoco nos escondemos en las manzanas,
ni en la perfecta ni en la echada a perder.
Ni en el primer mordisco, ni en el último.

En la versión de mi hermano,
nuestra muerte nos canta desde la rama más alta
del más antiguo árbol que las aves recuerdan
en su canto, y vagamos por la casa paterna
en busca del origen de las olas.

En mi versión… mas yo no tengo una versión.
Lo único que tengo son unos pocos nombres para las flores:
Manto de la Virgen, Siete de la tarde, Madre de las alas,
Historia que es llevada hacia arriba por una escalera. Lo único
que tengo es un sendero sembrado que sigo para dormir:
Flor de clivia, Vidrio empañado, Frasco con una canción,
Umbral de quema, Sangrienta escaramuza,
Voz esparcida entre las rocas.




Traducción de Enrique Servin.


Imagen: Jacek Malczewski,  Krajobraz z Tobiaszem. Wiosna. 1904.



martes, 20 de diciembre de 2016

GLORIA FUERTES










Cabra Sola

Hay quien dice que estoy como una cabra,
lo dicen, lo repiten, ya lo creo,
pero soy una cabra muy extraña
que lleva una medalla y siete cuernos.
¡Cabra! En vez de mala leche yo doy llanto.
¡Cabra! Por lo más peligroso me paseo.
¡Cabra! Me llevo bien con alimañas todas.
¡Cabra! Escribo en los tebeos.
Vivo sola. Cabra sola
-que no quise cabrito en compañía-,
cuando subo a lo alto de ese valle
siempre encuentro un lirio de alegría.
Y vivo por mi cuenta, cabra sola,
que yo a ningún rebaño pertenezco.
Si sufrir es estar como una cabra,
entonces si lo estoy, no dudar de ello.



Imagen: Jan Mankes, Oude geit bij meer, 1913.