jueves, 7 de mayo de 2015

SALVATORE RACCIATTI










Prometeo se queja

Me he quedado sin fuego,
por lo tanto, sin luz y sin comida.
Pensé: tendré que hacerme un bocadillo,
mas no tenía pan, ni siquiera una lechuga.
No se puede vivir sin fuego y sin lechuga
y sin pan todavía menos.
Fuera llueve. Las tiendas están cerradas.
Es domingo. Los gatos descansan,
y lo perros también, pero ellos
no necesitan fuego porque
pueden vivir sin luz y sin lechuga.
Tendré que despedirme
hasta que el fuego vuelva
allá por marzo o abril.
Quizá por mayo venga y se quede.
Ahora escribiré una carta quejándome de todo,
pero a oscuras no encuentro las palabras.


Traducción de Alberto Russo.

Imagen: José Ribera, Prometeo, hacia 1630.




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