domingo, 13 de noviembre de 2016

MERCEDES SANDOVAL REVERTE










Donde acaba el horizonte

Creí ver el océano a lo lejos,
más allá, donde acaba el horizonte,
allí de donde vienen las quimeras,
fantasmas que seducen corazones.

Contemplo ahora el río de la vida
y acerco mi tesoro hasta mi pecho
por sentir su latido, su murmullo,
por sentir la caricia de su aliento.

Aguardo la llegada de la aurora,
el fulgor que destierre las tinieblas,
pero el tiempo su paso ha detenido
mientras de mí se burlan las estrellas:

“Nada eres y eres todo. Ese camino
que escogiste te lleva sin remedio
a un engañoso sueño, a esa colina
donde crees que brota el mismo cielo.”




Imagen: Laurits Andersen Ring, Efter solnedgang, 1899.




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