miércoles, 7 de junio de 2017

BRATUMIL KOSTKA










No soy miope

A menudo la gente no ve más
allá de sus narices.
Lo solemos decir del miope
o del que anda algo corto
de entendederas.
Yo veo más allá de la nariz,
de la tuya, y veo
lo que ves cuando cierras los ojos.
No es una paradoja,
es, simplemente,
lo que sucede.
Lo que sucede
cuando cierras los ojos
y me haces una seña
desde muy lejos,
acaso desde más allá
de tu nariz.
Se ven unas colinas
y el mar al otro lado.
El aire sopla lento,
a intervalos, latiendo,
igual que el corazón de la rosa.
Y vibran las aletas
de tu nariz, apenas,
como las cuerdas
de esa guitarra
que solo el viento pulsa.
Esto sucede
mientras respiras
y se agita la hierba
de las colinas y del mar
al otro lado,
donde yo estoy
y desde donde miro
cómo fluye la sangre
y se derrama
desde tu
               corazón-manantial
                                              de la rosa.



Traducción de Alberto Dorado.



Imagen: Edward Frederick Brewtnall, Sleeping Beauty (detalle)



4 comentarios:

  1. Buena traducción, como siempre, querida Mercedes. Este me gustó mucho...Ese transcurrir, desde una mirada "miope", por bellas colinas y el otro, con ojos cerrados sin percatarse...hasta llegar al manantial de las rosas ¡¡Qué precioso momento!! Ojalá existiesen menos miopes. Gracias por tu buen trabajo al difundir poesía. Besicos

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    1. Muchas gracias. Se hace lo que se puede. Quiero pensar que seguirás leyéndolo. Un abrazo

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    2. Te sigo, aunque no tanto como quisiera. Son muchos "frentes" abiertos hermosamente, que atraen mi atención y ganas de seguir aprendiendo de y con vosotros. Abrazos veraniegos.

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