No
soy miope
A menudo la gente no ve más
allá de sus narices.
Lo solemos decir del miope
o del que anda algo corto
de entendederas.
Yo veo más allá de la nariz,
de la tuya, y veo
lo que ves cuando cierras
los ojos.
No es una paradoja,
es, simplemente,
lo que sucede.
Lo que sucede
cuando cierras los ojos
y me haces una seña
desde muy lejos,
acaso desde más allá
de tu nariz.
Se ven unas colinas
y el mar al otro lado.
El aire sopla lento,
a intervalos, latiendo,
igual que el corazón de la
rosa.
Y vibran las aletas
de tu nariz, apenas,
como las cuerdas
de esa guitarra
que solo el viento pulsa.
Esto sucede
mientras respiras
y se agita la hierba
de las colinas y del mar
al otro lado,
donde yo estoy
y desde donde miro
cómo fluye la sangre
y se derrama
desde tu
corazón-manantial
de
la rosa.
Traducción de Alberto Dorado.
Traducción de Alberto Dorado.
Imagen: Edward Frederick Brewtnall, Sleeping
Beauty (detalle).
Buena traducción, como siempre, querida Mercedes. Este me gustó mucho...Ese transcurrir, desde una mirada "miope", por bellas colinas y el otro, con ojos cerrados sin percatarse...hasta llegar al manantial de las rosas ¡¡Qué precioso momento!! Ojalá existiesen menos miopes. Gracias por tu buen trabajo al difundir poesía. Besicos
ResponderEliminarMuchas gracias. Se hace lo que se puede. Quiero pensar que seguirás leyéndolo. Un abrazo
EliminarTe sigo, aunque no tanto como quisiera. Son muchos "frentes" abiertos hermosamente, que atraen mi atención y ganas de seguir aprendiendo de y con vosotros. Abrazos veraniegos.
EliminarBELLAS PALABRAS...
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