Incitación
a la antropofagia
Perdí mi corazón cuando
venía
para ofrecértelo en la cena
guisado con especias
orientales,
tomates, zanahorias y
pimientos,
con dulce contraste de
manzana.
Sé que mis otras vísceras
las desprecias:
pulmones porque tienen
nicotina,
principio de cirrosis en el
hígado
y el bazo… ¿qién sería capaz
de comerse el bazo
de un mísero infeliz con
mala suerte?
He puesto al corazón un alto
precio.
Le daré mi fortuna a aquel
que lo halle.
No me importa quedarme pobre
para siempre
y andar por la existencia
como un zombi
carente de razón y
sentimientos
si puedo conseguir que me
devores
y ser parte de ti hasta que
mueras.
Traducción de Alberto
Dorado.
Imagen: Francisco de Goya,
Caníbales preparando a sus víctimas, hacia 1800.