De
otoño
Yo sé que hay quienes dicen:
¿por qué no canta ahora
con aquella locura armoniosa
de antaño?
Ésos no ven la obra profunda
de la hora,
la labor del minuto y el
prodigio del año.
Yo, pobre árbol, produje, al
amor de la brisa,
cuando empecé a crecer, un
vago y dulce son.
Pasó ya el tiempo de la
juvenil sonrisa:
¡dejad al huracán mover mi
corazón!
Imagen: Qian Xuan, A
principios de otoño.
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