Mañana
Atrás quedará abril y su
corona
de yerba que florece con el
alba,
junio azul recubierto de
destellos
y diciembre de rostro
envejecido.
Y el galopar constante del
caballo
del tiempo que cabalga a la
deriva
dejará de escucharse en el
ocaso
que no cierra del todo el
horizonte.
Id con Dios, le dirás a las
estrellas
que brotaron del vientre de
la luna,
adiós a la conciencia y a la
arena
de los mares que nunca
navegaste.
Es hora de viajar a lo más
hondo,
allá donde la luz se hace
simiente,
un resto de alboradas y de
pájaros,
arcángeles cantores en su
cielo.
Imagen: Edward Robert Hughes, Oh, what's that in the hollow, 1895.
No hay comentarios:
Publicar un comentario