Escrito está en mi alma
vuestro gesto,
y cuanto yo escribir de vos
deseo;
vos sola lo escribiste, yo
lo leo
tan solo, que aun de vos me
guardo de esto.
En esto estoy y estaré
siempre puesto,
que aunque no cabe en mí
cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no
entiendo creo,
tomando ya la fe por
presupuesto.
Yo no nací sino para
quereros;
mi alma os ha cortado a su
medida:
por hábito del alma misma os
quiero.
Cuanto tengo confieso yo
deberos;
por vos nací, por vos tengo
la vida,
por vos he de morir y por
vos muero.
Imagen: Alexandre Cabanel, Le
poète et sa muse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario