domingo, 21 de febrero de 2016

MERCEDES SANDOVAL REVERTE










Solo un deseo

Este negro caballo exhausto
ha dejado sus crines y la espuma
de su belfo en las tierras
donde no cae lluvia ni murmura el viento,
donde no se suceden el día ni la noche.
Corre por una llanura infinita
en la que solo reina un gris crepúsculo.
El corcel, cual la pena,
sin descanso galopa
como castigo impuesto por el hado.

Ven, sosiego, refugio de los tristes,
fresca agua del hidrópico,
Jerusalén del peregrino,
muestra el camino que conduce
a la blanca morada de la calma,
allí donde jamás llega el recelo,
donde el miedo no habita,
tampoco el llanto.


Imagen: Jakub Schikaneder, Late Afternoon at Hradcany, hacia 1910.


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