sábado, 27 de febrero de 2016

BLANCA SORIA










Postal de otoño con lluvia

Qué ordenado desorden el de otoño.
Las nubes ebrias, pájaros azules,
los muertos que caminan sin destino,
flores tardías, frutos que rezuman.

Qué ordenado desorden el de otoño.
Breve el día, la tarde tan intensa,
la noche envenenada y un aroma
que aroma sus estancias moribundas.

Hay lluvia en las ventanas de la tarde
y gritos en su vientre ceniciento.
Las ráfagas sin nombre canturrean
empapando lo nombres conocidos,

llevándose hasta el río, calle abajo,
los huesos calcinados de la luz.
Bajo el cielo no hay cielo, solo andrajos.
Qué cielo tan amargo. Acre su música.


Imagen: Gustave Caillebotte, L'Yerres, pluie, 1875.



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