sábado, 16 de enero de 2016

WANG TU










Alcanzar las alturas del Cielo. ¿Dónde
está el camino? ¿Dónde la inmensa montaña
que acaricie el umbral de su puerta?
¿Dónde el ave que pueda llevarme en su lomo
a aquella altura inmensurable?

Aquí no hay nada. Nada al Norte y al Sur.
Tampoco en lo más hondo del Gran Río
encontraremos algo. La felicidad en el Cielo
y la infelicidad en la tierra,
en el angosto pecho de las cosas.

Acaso se halle solo en mi corazón,
en esta tierra yerma que es mi alma,
puesto que el pino agita sus ramas en la tormenta
y no llora, y la piedra permanece inmóvil sin quejarse.
El río sigue su camino incansable mientras canta.




Traducción de Ovidio Fierro.

Imagen: Eustache Le Sueur, El rapto de Ganimedes, hacia 1640.



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