viernes, 22 de enero de 2016

EMILY DICKINSON










Morir no duele mucho:
nos duele más la vida.
Pero el morir es cosa diferente,
tras la puerta escondida:

la costumbre del Sur, cuando los pájaros
antes que el hielo venga,
van a un clima mejor. Nosotros somos
pájaros que se quedan:
los temblorosos junto al umbral campesino,
que la migaja buscan,
brindada avaramente, hasta que ya la nieve
piadosa hacia el hogar nos empuja las plumas.



 Traducción de Mariá Manent.

Imagen: Jan Mankes, Vista desde el estudio en Eerbeek, 1917.



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