Amar el día, aborrecer el
día,
llamar la noche y
despreciarla luego,
temer el fuego y acercarse
al fuego,
tener a un tiempo pena y
alegría.
Estar juntos valor y
cobardía,
el desprecio cruel y el
blando ruego,
tener valiente entendimiento
ciego,
atada la razón, libre
osadía.
Buscar lugar en qué aliviar
los males
y no querer del mal hacer
mudanza,
desear si saber qué se
desea.
Tener el gusto y el disgusto
iguales,
y todo el bien librado en la
esperanza,
si aquesto no es amor, no sé
que sea.
Imagen: Jean-Honoré
Fragonard, la fontaine d'amour, hacia 1785.
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