Me abandona el pasado, para
siempre perdido,
y me punza la angustia del
presente.
El otoño despide a los patos
silvestres y aúlla el huracán.
Es bueno contemplarlo desde
la torre alta.
¿Dónde las grandes obras que
aspiraban a la inmortalidad?
Y los grandes talentos de la
época Kien-ngan, ¿qué se hicieron?
¿Y el ilustre poeta Sie, a
quien este pabellón fue consagrado?
Espíritu de alto vuelo
que ambicionaba subir al
cielo y miró a la luna muy de cerca,
cortad con vuestra espada la
corriente del río: el río seguirá corriendo;
sumergid en el vino la pena:
será mayor su pesadumbre.
Mañana iremos a remar con el
cabello al viento.
Traducción de Marcela de
Juan.
Imagen: Ivan Aivazovsky, Alexander Pushkin in Gurzuf , 1880.
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