«Pobre y desnudas vas,
Filosofía»,
dijo el Petrarca; luego siempre ha sido,
Fabio, la ciencia, en miserable olvido,
desprecio de la humana monarquía.
Llorad la vuestra, que la inútil mía,
ni aun el nombre merece que ha tenido;
olió, tiempo y estudio habéis perdido:
tales efectos la esperanza cría.
Dicen, cuando en los males no hay mudanza,
que la paciencia es premio de la ciencia;
¿qué hará quien, por ser premio, no la alcanza?
¡Aforismo cruel, cruel sentencia!
Récipe para estíptica esperanza,
ayudas de silencio y de paciencia.
Imagen: Salvatore Rosa,
Ritratto di Lucrezia come Sibilla, 1641.
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