Séneca
A la caída del sol, me dijeron,
debo cortarme las venas,
ahora es solo el mediodía,
tengo todavía unas buenas
horas de vida.
Qué hacer, ¿escribirle otra
vez a Lúculus?
Ya no tengo ganas.
¿Ir al circo?
Ya no necesito ni circo ni pan.
¿Prever el destino de la
filosofía?
Ha pasado una hora más,
quedan todavía cuatro,
el agua borbotea en la
bañera,
bostezo y miro por la
ventana,
miro hacia el sol que ya no
se pone
y me aburro horriblemente.
Traducción de Omar Lara.
Imagen: Manuel Domínguez
Sánchez, El suicidio de Séneca, 1871.
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