sábado, 15 de octubre de 2016

DAVID LÓPEZ SANDOVAL










Por una analogía del paisaje

La lluvia de estos días ha velado
los cerros con quiméricos matices,
y desvela  a lo lejos sus barnices
un otoño tardío y deseado.

Esta tarde el silencio ha conquistado,
bajando de la copa a las raíces,
el horizonte. Al fin las cicatrices
del larguísimo estío se han cerrado.

Cruza una nube gris la arquitectura
imposible de ramas espectrales
mientras la tierra enferma hasta la muerte.

Y yo vuelvo a temer, en la impostura
del alma ante el paisaje, las señales
de que hoy sí que está echada nuestra suerte.



Imagen: Homer Winslow, The west wind, 1891.




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