Voy
a dormir
Dientes de flores, cofia de
rocío,
manos de hierbas, tú,
nodriza fina,
tenme prestas las sábanas
terrosas
y el edredón de musgos
escardados.
Voy a dormir, nodriza mía,
acuéstame.
Ponme una lámpara a la
cabecera;
una constelación; la que te
guste;
todas son buenas; bájala un
poquito.
Déjame sola: oyes romper los
brotes...
te acuna un pie celeste
desde arriba
y un pájaro te traza unos
compases
para que olvides... Gracias.
Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por
teléfono
le dices que no insista, que
he salido...
imagen: Leon Wyczółkowski,
Alina, 1880.
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