Al
otro lado
Al otro lado me dijeron
los viejos se van
convirtiendo en árboles
viejos también sin hojas en
la cara del sol
aguardando sin saber qué,
mudos.
Pero súbitamente un árbol
cualquiera
siente subir dentro de él la
savia de un sueño
al borde de la muerte ya
pero todavía
tibio como la leche de la
madre.
El sueño va subiendo por las
venas del árbol
una vida entera que pasa
hasta hacerse pájaro en una
rama
un pájaro que recuerda,
canta y se marcha
poco antes de que todos los
árboles mueran.
Si yo me hago árbol viejo al
otro lado del río
y me toca ser el árbol que
recuerda y sueña
puedes estar bien segura que
soñaré contigo
con tus ojos grises como el
alba
y con tu sonrisa
con la que se vistieron los
labios de los rosales
en los días más felices.
Traducción de Vicente
Araguas y César Antonio Molina.
Imagen: Thomas Cole, Lake with
Dead Trees (Catskill), 1825.
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