jueves, 1 de septiembre de 2016

LOUISE GLÜCK










Parousia*

Amor de mi vida, estás
perdido y yo
soy joven otra vez.

Pasaron unos años.
El aire se llena
de una música de chicas;
en el patio de enfrente
el manzano está
salpicado de azahares.

Trato de recuperarte,
ese es el propósito
de la escritura.
Pero te fuiste para siempre,
como en las novelas rusas, diciendo
unas pocas palabras que no me acuerdo.

Qué frondoso es el mundo,
qué lleno está de cosas que no me pertenecen–

Miro los azahares que se hacen añicos,
ya no rosados
sino viejos, viejos, de un blanco amarillento–
los pétalos parecen
flotar sobre el pasto radiante,
aleteando apenas.

Qué nada fuiste,
para mutar así tan pronto
en una imagen, un olor—
Estás en todas partes, fuente
de sabiduría y de tormento.



*Parousia: En los evangelios la palabra παρουσια o parousía se utiliza para anunciar el segundo advenimiento del Señor o segunda venida de Cristo.


Versión de Sandra Toro.

Imagen: Samuel Palmer, Garden in Shoreham, hacia 1830.




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