A
un soldado de quien se refiere que, matándole en un hecho de armas, se quedó un
rato de pies después de muerto
Tu obstinado cadáver nos
advierte
que hay vida muerta, pero no
vencida,
pues sólo en tu valor, sólo
en tu vida,
algo miró después de sí la
muerte.
Fuerte es la Parca, pero tú
más fuerte:
no se debió a su golpe tu
caída
tú contra ti la ayudas ya
rendida,
¿qué quién pudiera, sino tú,
vencerte?
Tú dividiste el trance
indivisible
de morir y postrarte, tan
altivo,
que en el daño común no
hallas ejemplo.
¿Cuánto más que inmortal, y
que invencible
contemplaré que fuiste,
cuando vivo,
si el cadáver intrépido
contemplo?
Imagen: Sir William Orpen, Zonnebeke, 1918.
No hay comentarios:
Publicar un comentario