domingo, 6 de septiembre de 2015

MERCEDES SANDOVAL REVERTE










Mujer en la ventana

Mirando el horizonte del recuerdo
llega hasta mí arrastrada por el aire
apacible una voz que no conozco.
Me anuncia que mi tiempo languidece,
que nada he aprendido todavía.

Un tiempo que cantaba entre la hierba,
el tiempo de otro tiempo y su sonrisa,
el tiempo que se pierde y se arrincona,
ese tiempo que humilla y que destruye.

El tiempo de mañana aún no existe,
el tiempo del presente se desgasta
y busco que el instante me aleccione
antes de que el final abra su puerta.

Una puerta que se abre hacia el Oriente
cuando la luz arroja las tinieblas
al infierno sin fondo de su sima
e indica los caminos en los mapas.

No me hallarás aquí cuando retornes;
no quiero despedidas ni lamentos,
la nave ya está a punto de zarpar
con rumbo al territorio donde el tiempo
se duerme entre los brazos del olvido.


Imagen: Caspar David Friedrich, Frau am Fenster, 1822.

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