Los
durmientes
Un cuento es solo un cuento
igual que un perro
es solo un perro y la mañana
es la parte del día en que
estás viva.
Discurres por la vida como
un río
que va a dar a la noche
cuando duermes.
De rama en rama saltas como
un pájaro
mientras cae la lluvia en
las aceras.
Y entonces me doy cuenta de
que cuento un cuento
que trata de nosotros,
habitantes
de un mundo subterráneo,
semillas
que duermen en invierno sin
zozobra,
que tal vez no despierten
hasta que transcurran
cien años de rigor, como en
aquel relato
cuando Éfeso era aún Éfeso y
no Ayasaluk.
Traducción de Alberto Russo.
Imagen: Miniatura de los siete
durmientes de Éfeso.
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