Suelta la carta y brújula el
piloto,
cansado de luchar con agua y
viento;
azota de la nave el mar
hambriento
este costado abierto y aquel
roto.
Del impío marinero, ya
devoto,
envuelto en voces sube el
sentimiento
al cielo, que desprecia mal
contento
del pasajero humilde el
casto voto.
Embiste el casco en un
escollo duro,
y al más dichoso, en una
tabla asido,
escupe el mar en las arenas
muerto.
Yo lucho con la ausencia, y
sostenido
de mi esperanza, ¿llegaré
seguro,
Flora, a tus ojos? Muera yo
en tal puerto.
Imagen: William Turner, Snow Storm: Steam-Boat off a Harbour's Mouth,
1842.
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