Cuando
me iba a morir
Cuando me iba a morir vino
mi padre.
Llevaba muchos años en la
tumba,
sin embargo su aspecto era
el de siempre.
"¿Qué dejarás?",
me dijo con voz cálida
como si fuera el hijo que
fui, niño
inseguro que aguarda una
caricia.
Iban tras él tinieblas
misteriosas,
jirones de la nada tal la
tela
con que el tiempo se
envuelve cuando duerme.
"Palabras",
contesté, "que se emborronan,
días color ceniza y sobre
todo
la presunción tan tonta de
haber sido."
Luego le pregunté si todavía
seguía habiendo puertas en
el cielo.
Pero no respondió y se fue.
Llevaba
mi seco corazón entre sus
manos.
Imagen: Henry Tresham (atribuido), Brutus Disturbed by the Ghost of
Ceasar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario