miércoles, 2 de septiembre de 2015

LUÍS DE CAMÕES










Alma hermosa y feliz, que te partiste
a vida más dichosa y eminente,
vive en el cielo alegre eternamente
y yo viviré en la tierra siempre triste.

Si en el divino asiento a que subiste
memoria desta vida se consiente,
no olvides el amor tan excelente
que en mis finezas siempre conociste.

Y si por dicha puedo merecerte
el perdón de tu engaño y mis enojos,
pues clara la verdad en Dios se advierte,

ruega a Dios, que engrandece tus despojos,
que tan presto, mi bien, me lleve a verte
cuanto quiso apartarte de mis ojos.


Versión de Luis Vélez de Guevara.

Imagen: Edgar Maxence, L'âme de la forêt, 1898.



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