sábado, 19 de septiembre de 2015

LUIS CARRILLO Y SOTOMAYOR










A un olmo, consolando su mal


Enojo un tiempo fue tu cuello alzado,              
a la patria del Euro proceloso:                
era tu verde tronco y cuello hojoso,                   
dosel al ancho Betis, sombra al prado.             

Ya que la edad te humilla, derribado,    
gimes del tiempo agravios; ya, lloroso,              
tu ausencia llora el río caudaloso,                     
tu falta siente y llora el verde prado.                  

Envidia al alto cielo fue tu altura:                       
cual tú me abraza el suelo, derribado,
imagen tuya al fin, ¡oh tronco hermoso!                       

Tu mal llora del Betis la agua pura;                   
y quien llore mi mal nunca se ha hallado:                   
¡qué aun en esto me falta el ser dichoso!


Imagen: John Constable, Study of the Trunk of an Elm Tree, 1821.



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