jueves, 13 de agosto de 2015

WANG JIAN










Me despierto de un sueño ligero.
Soñé que caminaba mil millas
de nubes tras las huellas de los Inmortales.
Se oye el sonido de una flauta allá en la ribera;
cuánta melancolía en su canto.
¿Quién puede estar despierto a estas horas?
La barca boga a la deriva
por las aguas tranquilas del ancho río
de la misma manera que la luna
lo hace dejando una brillante estela.
Ella y yo somos camaradas:
ambos viajamos sin destino.
¿Qué haremos, compañera infeliz,
cuando el invierno llegue?



Traducción de Ovidio Fierro.

Imagen: Bai Jin, Barco pesquero anclado en una noche iluminada por la luna.


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