Me despierto de un sueño
ligero.
Soñé que caminaba mil millas
de nubes tras las huellas de
los Inmortales.
Se oye el sonido de una
flauta allá en la ribera;
cuánta melancolía en su
canto.
¿Quién puede estar despierto
a estas horas?
La barca boga a la deriva
por las aguas tranquilas del
ancho río
de la misma manera que la
luna
lo hace dejando una
brillante estela.
Ella y yo somos camaradas:
ambos viajamos sin destino.
¿Qué haremos, compañera
infeliz,
cuando el invierno llegue?
Traducción de Ovidio Fierro.
Imagen: Bai Jin, Barco
pesquero anclado en una noche iluminada por la luna.
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