domingo, 16 de agosto de 2015

LOUIS LARRIBET










El olvido

La carretera que recorre este poema
pasa por el otoño, lo traspasa
de parte a parte y cruza un río
por el que a veces flotan cuerpos a la deriva,
imprecisos esquifes sin remero.
No es el río de la vida
ni el de la muerte, aquel que deben
atravesar las almas que regresan.
El agua tiene un brillo acerado:
un gran cuchillo que secciona
la tierra con su arista.
Los árboles aquí y allá
cuentan cómo era todo antes de que se abriese la herida.
Cauce arriba las aguas se enrojecen,
se vuelven turbulentas.
No tardará en llegar hasta aquí la riada,
la gran inundación.


Traducción de Santiago Gómez.

Imagen: Frank Forward, Flood from Gun Hill, Southwold, Suffolk, 1953.


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