domingo, 30 de agosto de 2015

W. J. BARRYMORE










Heme otra vez aquí enfrentado a la noche.
Duermen los corazones y los pájaros.
La casa está tranquila y silenciosa.
El río sigue su camino murmurando plegarias y consejas.
No reza el agua, el agua es una oración
que nace de la tierra. El cielo
dibuja las palabras y el río las pronuncia.
Es ahora de noche y la noche
anda con paso lento, sin ninguna prisa
igual que yo camino por su vientre
mientras duermes e ignoras la canción del agua,
mientras olvidas que morimos
un poco cada noche, mientras ignoras
que ruedan las estrellas para que vivas
y para que vivas el río reza.
Ahora, mientras duermes, escribo
lo que se olvida y el río repite cada noche:
Así en la tierra como en el cielo.


Traducción de Casimiro Ropero.

Imagen: Arkhip Kuindzhi, Claro de luna. Meditación.



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