Me
asomo a la ventana por si viene
Se deslizan las nubes lentamente,
mientras se queda el pueblo
detenido.
Me asomo a la ventana.
Siempre hay alguien
mirando en la ventana,
viendo cómo
se deslizan las nubes por el
cielo
o la gente que pasa o cómo
un perro
orina en las esquinas o las
hormigas
andan entre los coches sin
espanto.
Y se asoman los muertos en
su casa
de tierra por ventanas con
cortinas
de raíces y musgo, sin
cristales,
y la luna se posa en el
alféizar
sin que crujan las ramas de
la noche.
Se ilumina la calle –son las
ocho-,
también el corazón que
estaba a oscuras,
el cielo de los justos y el
infierno
donde venden ventanas que se
cierran.
Me asomo a la ventana por si
vienes
y pienso que las nubes te
acompañan.
Imagen: Filippo Carcano, In
autunno, 1882.
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