75°
N
Ventisca
De repente nubes de nieve
empezaron a invadir el aire
como si cayeran, enredadas
como la cabellera espesa de
una chica.
Algunos vieron una bandada
de cisnes,
algunos una flota de navíos
o una sábana desplegada al viento,
pero la nieve me tocó los
labios
y más allá de cualquier duda
sé
que ahí parada está una
chica
que no tendrá un amante
hasta que me enrede en su
pelo.
Versión de Sandra Toro.
Imagen: Childe Hassam, A New York Blizzard, 1890.
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