lunes, 16 de noviembre de 2015

PHILIP LARKIN










75° N
Ventisca

De repente nubes de nieve
empezaron a invadir el aire
como si cayeran, enredadas
como la cabellera espesa de una chica.
Algunos vieron una bandada de cisnes,
algunos una flota de navíos
o una sábana desplegada  al viento,
pero la nieve me tocó los labios

y más allá de cualquier duda sé
que ahí parada está una chica
que no tendrá un amante
hasta que me enrede en su pelo.

Versión de Sandra Toro.

Imagen: Childe Hassam, A New York Blizzard, 1890.



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