Primavera
estéril
Volvió a girar la rueda del
año mudadizo
y cual una muchacha a la que
empuja el viento,
y, al arreciar, se agacha,
avanzando o de espaldas
a su ruta, con risa y fuego
en las mejillas,
viene la primavera hacia mí;
mas no encuentra
respuesta de sonrisas en mi
vida, enlazada
con los ramajes muertos, que
el invierno aprisiona,
pues ya nada a mi vida la
primavera atañe.
Mira: es fuego marchito ese
azafrán, y esa
flor de la leche es nieve; y
la flor del manzano
dará el fruto que nutra la
astucia de la sierpe.
Aparta el rostro de esas
flores de mayo, y mira
cuando en el tallo último de
los lirios se agoste
el cáliz blanco, en torno
del corazón dorado.
Traducción de Mariá Manent.
Imagen: Georg Flegel, Spanische Schwertlilie, Winde und Kirschen, hacia 1630.
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