Vuelve
Vuelve, sombra divina del
tiempo destructora,
ordena a los que gritan que ensayen con Orfeo
los cantos más hermosos de
la sagrada fiesta,
que las palmas y olivos
resuenen como sistros.
Atrás quede el silencio.
Abramos las ventanas.
Ahora estoy dispuesta vestida de sonrisas
a que tu cuerpo nuble cual
humo mis sentidos.
Hiere, desgarra, triza el
paso de las horas.
Imagen: Leon Wyczółkowski,
Primavera en Goscieradz, 1933.
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