LII
Olas gigantes que os rompéis
bramando
en las playas desiertas y
remotas,
envuelto entre la sábana de
espumas,
¡llevadme con vosotras!
Ráfagas de huracán que
arrebatáis
del alto bosque las
marchitas hojas,
arrastrado en el ciego
torbellino,
¡llevadme con vosotras!
Nube de tempestad que rompe
el rayo
y en fuego ornáis las
sangrientas orlas,
arrebatado entre la niebla
oscura,
¡llevadme con vosotras!.
Llevadme, por piedad, a
donde el vértigo
con la razón me arranque la
memoria.
¡Por piedad! ¡Tengo miedo de
quedarme
con mi dolor a solas!.
Imagen: Ivan Aivazovsky, El
adiós de Pushkin al Mar Negro, 1877.
Tírate tú de un acantilado y queda en come, es muy divertido.
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