Estío
lluvioso
Hay este año mucho ajetreo
en el cielo
y en la tierra. A la luna y
al sol persigue el viento,
turba a la aurora incierta,
precipita la altura
en que nos amenaza,
terrible, el mediodía.
Ni un hálito de ramas, de
hojas leves, de frondas,
dura ni se calienta: están
broncos los árboles.
En su atadura, el bosque
enraizado se agita
y pugna con la nube.
No se posa en el halda del
jardín ni un aroma:
frías están las flores como
conchas marinas.
Zumbando en la borrasca, su
fría miel se lleva
la abeja a celdas frías.
Traducción de Mariá Manent.
Imagen: Frederic Edwin Church, A Passing Storm, 1849.
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