Una
tarde con Jacob
El día se oscurece. Negras
nubes
cubren el cielo azul hasta
hace poco.
Sin embargo la hierba
brilla.
Un efímero rayo
de sol se posa en la ladera
y arde el pinar sin llama,
sin crepitar, sin
consumirse.
Jacob sigue durmiendo sobre
el suelo,
la cabeza apoyada en una
piedra.
En su sueño camina por el
mundo,
por la orilla de un río que
nunca desemboca.
A veces siente miedo, a
veces alegría,
a veces le responden si
pregunta
y el dragón le golpea con
sus alas
y rueda por el suelo sin
sentido.
Luego se cierra el cielo y
llueve. Pero sigue
el fuego en el pinar. Solo
se escucha
el murmullo constante de la
lluvia.
El incendio se apaga y es de
noche.
Traducción: Alejandra
Burguillos Rasero.
Imagen: José de Ribera, El
sueño de Jacob, 1639.
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