Esplín
Por la escalera sube y baja
el tiempo.
Está colgada ahí en la rama
del árbol
mudo en el mediodía de un
día de marzo.
El aire se llevó esta mañana
las nubes grises que
quedaban de la noche,
el frío enseña sus agudos
dientes
y el alma se entumece.
No es hora de dormir pero al
viajero
le gustaría descansar al
abrigo
de cualquier inclemencia,
sobre todo
de cualquier inclemencia que
pueda
depararle el futuro.
Mas no puede impedir que
cada día
se vaya hundiendo en esta
tierra
que nunca llevará su nombre.
Tal vez sea el momento de
retirar la escala
o de buscar en el olvido
palabras que se puedan
olvidar más tarde.
Traducción de José Cohen
Domingo.
Imagen: Victor Muller,
Ideando un tumba, Oda a Böcklin, 2007.
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