Soneto
a Fernando Muñoz Ubiña como respuesta a su proposición de hacer alpinismo.
Ya lo he pensado: no, no me
imagino
subido allí, las escarpadas
crestas
deberán esperar, pues en mis
gestas
no hay nada vertical ni
genuino.
No soy el mismo de antes,
hoy camino
con la caución y la mesura a
cuestas.
Evito, cuando puedo, las
apuestas.
Jamás arrojo el guante a mi
destino.
Cada paso que doy, cada
salida
que suelo hallar, cada favor
que obtengo
es el pesado lastre con que
viajo
por la parte más llana de la
vida.
No es miedo a las alturas lo
que tengo,
sino miedo a caer aún más
bajo.
Imagen: Charles Edouard
Boutibonne, Alpinistes, 1868.
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