XIV
A
la luna
¡Oh ti, graciosa luna!, yo
recuerdo
que, hace ahora un año,
sobre este collado,
angustiado venía a
contemplarte.
Y tú te alzabas sobre
aquella selva
como ahora, que todo lo
iluminas.
Pero confuso y trémulo, del
llanto
que anegaba mis ojos, a mi
vista
tu rostro se mostraba; pues
penosa
era mi vida, y lo es, que no
ha cambiado,
¡oh amada luna! Pero me
complace
el recuerdo, y el repasar
las fechas
de mi dolor. ¡Qué grato es,
en el tiempo
juvenil, cuando es largo aún
el curso
de la esperanza, y breve la
memoria,
de las pasadas cosas el
recuerdo,
aunque sea triste y el ansia
dure!
Traducción de Diego Navarro.
Imagen: David Davies,
Moonrise, 1893.
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