Corazón
en hojaldre con adobo de almendras y mostaza
Hay una huella de mi mano
sobre
la harina que esparcí sobre
la mesa
para el hojaldre. Polvo es
sobre el polvo
que el agua y el jabón han
de llevarse
hasta la oscura casa del
olvido.
Frente a mí ronronea el
horno donde
el corazón se guisa
lentamente
con su adobo de almendras y
mostaza.
En el patio los cantos de
los pájaros
irrumpen como el trueno en
la tormenta.
Llueve melancolía, llueve el
tedio.
Un alud breve de alas se
desploma
llenando la mañana mientras
digo
que piensas que jamás
pensaba en ti.
Imagen: Diego Velázquez, Cristo en casa de Marta y María, hacia
1618.
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