Albor
A veces me despierto y hallo
sobre la almohada
gimiendo al corazón, la voz
perdida, el hilo
brillante en sus mejillas
del río de las lágrimas.
Igual que una hoja seca,
cuando suspira el viento
-¿Dónde vas? No me dejes-, se
va por la ventana.
Imagen: Zinaida
Serebriakova, Katia durmiendo, 1945.
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