Ayer naciste, y morirás
mañana.
Para tan breve ser, ¿quién
te dio vida?
¿Para vivir tan poco estás
lucida?
Y, ¿para no ser nada estás
lozana?
Si te engañó tu hermosura
vana,
bien presto la verás
desvanecida,
porque en tu hermosura está
escondida
la ocasión de morir muerte
temprana.
Cuando te corte la robusta
mano,
ley de la agricultura
permitida,
grosero aliento acabará tu
suerte.
No salgas, que te aguarda
algún tirano;
dilata tu nacer para tu
vida,
que anticipas tu ser para tu
muerte.
Imagen: Martin Johnson Heade, Red Rose
and Bud.