Hielo
a medianoche
Así pues, te serán ya dulces
todas
las estaciones; ya el verano
vista
la tierra toda de verdor; o
empolle
el petirrojo y cante entre
festones
de nieve, aposentado en la
desnuda
rama musgosa de un manzano,
mientras
la techumbre de bálago
vecina
humea y se deshiela bajo el
sol;
ya chorreen de lluvia los
aleros
y se oiga su canción en los
intervalos
del viento enfurecido, ya el
secreto
laborar de los hielos los
adorne
de carámbanos mudos que
rebrillan
a la luz apacible de la
luna.
Traducción de Ramón de
Sangenís.
Imagen: Carl Blechen, Gebirgsschlucht im Winter, 1825.
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