domingo, 6 de marzo de 2016

MERCEDES SANDOVAL REVERTE










Recordando la luz de un verano

Antaño, cuando joven, cuando aún ni el otoño
–un incendio ominoso- ni el invierno existían,
la luz de la mañana, la umbría de mi higuera,
el amor y la noche, el soplo de la brisa,
la pena del silencio, la cárcel del olvido,
el dolor y la muerte, eran solo alegría.
Ahora frías manos de un viento enfebrecido
me llevan con las hojas, retazos de la vida,
hasta las altas cumbres envueltas en la bruma
donde el taimado tiempo entona su elegía.

Y el corazón medroso no cesa en su lamento.





Imagen: Max Slevogt, Sommer. Haus Garten, 1912.



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