Julio
venía con las manos llenas
Aquí la alma navega
por un mar de dulzura
y finalmente
en él ansí se anega
Fray Luis de León
Così tra questa
immensità s’annega il
pensier mio:
e il naufragar m’è
dolce in questo mare.
Giacomo Leopardi
Julio venía con las manos
llenas
a la casa, debajo de los
pinos,
donde la luz conseguía que
todo
pareciera que aún estaba
sumergido.
La vida era eso, vida, y se
ofrecía
a todas las criaturas
generosa:
los higos mostraban rosada
carne
y los pájaros buscaban
golosos
el dulce alimento del
Paraíso,
las ranas hacían sonar sus
crótalos
junto al cañaveral donde la
luna
refrescaba su rostro
entristecido.
Eran los olivos plata
sonora,
era un alto palacio el
algarrobo,
y yo tan solo una pequeña
llama
que incendiaba las tardes
sonrosadas,
daba luz cada noche a las
estrellas
y vestía de raso las
auroras.
Como un dios aprendiz estaba
en todo
y todo era como yo lo
creaba.
Navegaba el ámbito azul. El
tiempo
era una esfera luminosa y
pura…
Anegarme en ella es cuanto
intento.
Imagen: Norman Rockwell, On top of the world, 1934.
No hay comentarios:
Publicar un comentario