Soneto
18
¿Podría compararte con un
día de estío?
Más suave eres tú, tienes
mayor belleza:
el viento rudo agita dulces
brotes de mayo
y el ocio del estío apenas
dura. A veces
brilla el ojo celeste con
ardor excesivo,
a veces caen sombras en su
color dorado;
y a menudo en los bellos
declina la hermosura,
que marchitó el azar, la
Natura cambiante:
pero tu estío eterno nunca
estará marchito,
ni perderá el dominio de tu
belleza; nunca
se jactará la Muerte de que
vas por sus sombras,
cuando, en versos eternos,
tú crezcas con los días;
mientras el hombre aliente y
puedan ver los ojos,
vivirán estos versos y te
darán la vida.
Traducción de Mariá Manent.
Imagen: Dante Gabriel Rossetti, Jane Morris (The Blue Silk Dress), 1886.
No hay comentarios:
Publicar un comentario